El puente carabela
el puente del rió Grande en Humahuaca,
lugar de reunión y de cruce de caminos permite llegar a la Peña Blanca,
lugar de visiones nocturnas, estrellas y antiguo antigal
. . . el puente del pueblo escucha las campanas que anuncian la medianoche y deja de ser puente
comienza el hechizo
y es barco de viento transparente y veloz
el rió grande, deja de ser agua, polvo y piedra
y se transforma en cauce y torrente de semillas
entonces, un pequeño galeón, una pequeña carabela de Colon, mágico vergel, bergantín de viento y luz, navega ese rio vegetal bajo la luz de las estrellas
apenas sale el sol y amanece el nuevo día el barco mágico es puente otra vez, puente quieto, y el rió grande vuelve a ser agua, piedras, polvo
. . .
Milton escucho decir que dicen que si subís al puente a medianoche, el hechizo te hace navegar en una primavera de amor por el vientre luminoso y perfumado de la Pachamama
cuentan la leyenda mágica de la tierra, que, a medianoche, bajo tus pies bajo el puente, un burbujeante remolino de burbujas te salpica con furia y nunca veras tanta agua con tanta fuerza en el cauce del rió que se convierte en rió de maíz
granos de maíz violáceos, morados, amarillos, salpicando la tierra, un poderoso y caudaloso rio de maíz que abraza la cintura de la quebrada, tragándose al barco mágico hacia lo profundo del mundo
Milton escucho decir que dicen que para salir de allí y volver a la superficie, tenés que atravesar una aterradora tormenta de miedo
en los intestinos ardientes y putrefactos del Diablo, donde el mismísimo Diablo te devora
. . .
el vientre de la pachamama es una caverna con cielo y cantidad y cantidad de estrellas y cometas y lunas, soles diferentes en tamaño y luz, asombrosos colores, perfumes y fragancias, visiones del futuro, ganas de amor, valentías, nacimientos, emociones calidas y tiernas
el intestino del diablo es un túnel, con una marea furiosa de gigantescas burbujas humeantes que suben desde el fondo de un pozo sin limites, donde sopla un viento irrespirable con tormentas de escorpiones gelatinosos, en las orillas de una montaña negra, escarpada y angulosa, donde se encuentran los celebérrimos y negrísimos jardines de carbón, donde el diablo organiza y planea sus diabolicos pasatiempos y diversiones
todos los que cuentan la leyenda dicen que si subís aquellas carbonosas y abrasadoras cuestas entre azufres humeantes, garúas de chispas y truenos de dolor, el diablo canta vociferantes y triunfales canciones y estira sus dedos de largas uñas para agarrarte de las orejas y devorarte, derretirte, hacerte fuego
la única forma de escapar y atravesar la tormenta es quedarse quieto, agarradísimo al palo mayor del barco mágico, de la carabela galeón, del valiente bergantín y no temer y no dormir y no caer y no bajar nunca de allí sea cual sea la tentacion
. . .
toda la leyenda del puente que todos dicen por ahí, recordó Milton esa noche en que peleado con su hermano como nunca, se escapo de la casa y durmió en el rió
la familia lo busco toda la noche pero como no buscaron por el rió no lo encontraron
antes del amanecer, Milton, hizo un pequeño fogón y con las brasas se quemo las ropas y se chamusco los pelos y después recorrió los corrales del cerro y se lleno los bolsillos de granos de maíz y se mancho las zapatillas con sangre de cordero y se ensucio la cara de carbón y minutos antes de amanecer se paro en el puente y allí se quedo esperando como haciendose el hipnotizado hasta que vinieran a buscarlo
y cuando un rato después, la familia asustada llego al puente, lo encontró y entre alegre y enojada lo abrazaban y lo sacudían le preguntaron - donde estuviste?
Milton contesto -viajando en el puente carabela!
y aunque nadie le creyó, por las dudas, nadie se rió
. . .